sábado, 18 de mayo de 2013

Videla, el dictador que murió en su celda


 Jorge Rafael Videla, el dictador que marcó para siempre la historia contemporánea argentina, murió ayer a los 87 años en su celda de una cárcel federal donde purgaba tres condenas a cadena perpetua, mientras estaba siendo enjuiciado por los crímenes de la operación represiva Plan Cóndor.
Su muerte tuvo inmediata repercusión en las redes sociales y distintos dirigentes de ámbitos políticos y sociales destacaron que haya fallecido mientras cumplía condenas en prisión, aunque lamentaron que no se haya arrepentido de sus actos criminales ni que se fuera sin dar información clave sobre el destino de los desaparecidos o niños apropiados durante este período. El gobierno, organismos de Derechos Humnaos y opositores destacaron que "no se festejan muertes", pero repudiaron el legado de su gobierno como una etapa histórica nefasta para el país.
  Videla, que estaba detenido en el penal de Marcos Paz, 45 km al sudoeste de Buenos Aires, falleció en su celda por muerte natural, según el parte médico. "Se lo encontró en su celda sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se le realiza un ECG (electrocardiograma) constatándose su óbito, siendo las 8:25 horas del día de la fecha'', señaló un parte médico."Anoche se sentía mal y no quiso cenar. Esta mañana lo encontraron muerto en su celda", dijo la activista Cecilia Pando, que reivindica la dictadura .
Videla estaba alojado en el módulo 4 del Complejo Penitenciario Federal Nº 2 de Marcos Paz.
En total, el expresidente de facto y jefe máximo de la represión ilegal cumplió 21 años de sus tres condenas, una a 50 años y dos a reclusión perpetua, de 1985 a 1990, cuando fue indultado por el entonces presidente peronista Carlos Menem, y de 1998, con arresto domiciliario y prisión efectiva, hasta ayer.
Su última aparición en público había sido el lunes durante el juicio por la operación Cóndor, de coordinación represiva entras las dictaduras del Cono Sur. Allí fue llamado a declaración indagatoria pero se negó alegando que "no tiene sentido hacer una defensa en una justicia vacía de derecho" y dijo ser un "preso político".
Como hizo siempre, el ex teniente general asumió la responsabilidad mayor de lo que siempre denominó "la guerra antisubversiva", que dejó 30.000 desaparecidos según organismos de Derechos Humanos y reiteró que desligaba a sus subordinados en un intento de recrear el principio castrense de "obediencia debida".
Cara visible del golpe de Estado que derrocó a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, y luego presidente de facto, Videla gobernó desde aquel año hasta 1981 –el período más sangriento de la llamada 'guerra sucia' con secuestros y desapariciones de guerrilleros, opositores políticos, sindicalistas, escritores, estudiantes, y religiosos.

Jura de la Junta Militar el 24 de marzo de 1976
El gobierno militar, denominado oficialmente "Proceso de Reorganización Nacional'' y rebautizado hasta hoy como "el proceso'' disolvió el parlamento, prohibió la actividad política e intervino los sindicatos. La época de "la plata dulce" fue el nombre con el que pasó a la historia el modelo económico, liberal y de apertura económica inspirado en el Premio Nobel de Economía Milton Friedman y su Escuela de Chicago. Su plan hizo crecer la deuda de 7.800 a unos 45.000 millones de dólares. Miles de empresas fabriles cerraron y se instaló una feroz especulación financiera. El plan estalló a finales de 1979 con inflación y una sucesiva quiebra de bancos. Su ministro de Economía Martínez de Hoz, fallecido hace poco, dejó el puesto y Videla fue reemplazado por el general Roberto Viola.
  Dos años después del regreso a la democracia, el 9 de diciembre de 1985, recibió la primera condena a reclusión perpetua en el histórico Juicio a las Juntas Militares, que había impulsado Raúl Alfonsín y fue a parar al penal de la localidad de Magdalena, donde vivía en un chalé. Carlos Menem lo indultó junto a los otros jerarcas de la dictadura y un grupo de exjefes de guerrilleros. En 1998 el juez federal Roberto Marquevich lo volvió a detener por el robo de bebés a desaparecidos.En su piso de la avenida Cabildo al 600, del barrio capitalino de Belgrano, cumplía prisión domiciliaria. Con la reanudación de los juicios a represores, Videla perdió ese beneficio y fue a parar a la cárcel de Marcos Paz. El 22 de diciembre de 2010 fue condenado a prisión perpetua en cárcel común por el fusilamiento de 31 presos políticos en Córdoba. Y el 5 de julio de 2012 recibió 50 años por el plan sistemático de robo de bebés, que unificó las tres sentencias en una pena única de reclusión perpetua en cárcel común. 

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