INMINENTE ERUPCION DEL VOLCAN COPAHUE  Más de 3.000 personas fueron evacuadas en las localidades de la frontera entre Chile y Argentina. El volcán Copahue reanudó su actividad y se teme una erupción. El gobernador Jorge Sapag llamó a la calma al asegurar que "no hay una situación de drama". Evacuación. Foto: Diario Río Negro. El gobernador Jorge Sapag ordenó ayer la evacuación de todos los habitentes de Caviahue tras la reactivación del volcán, que había inundado de cenizas el sur de la provincia a fines de 2012, dado que en las últimas horas hubo más de 450 temblores que se percibieron en localidades a ambos lados de la cordillera. "No hay una situación de drama ni de tragedia, sino que es una evacuación preventiva para evitar que el evento del volcán pueda traer consecuencias si no se toman las precauciones del caso", advirtió el mandatario en conferencia de prensa. Sapag instó a la población a tener "mucha tranquilidad" en el proceso de evacuación preventiva, que se completó anoche. Según publica diario 'Río Negro', los 800 habitantes de Caviahue ya están en el pueblo Loncopué. De acuerdo al matutino, es la primera vez que en Neuquén se adopta una medida de este tipo. Ayer, podía verse cómo una extensa caravana de autos particulares, ómnibus y vehículos oficiales condujo a los residentes hasta Loncopué. En Caviahue, en tanto, quedaron un puñado de miembros de fuerzas de seguridad, la directora del hospital, una enfermera, representantes de Defensa Civil, Hidenesa y el EPEN, detalló el periódico. Sapag explicó ayer que ante la actividad sísmica registrada en las últimas horas "tanto Chile como Neuquén, a través de su Comité de Defensa Civil, hemos decidido un alerta rojo con evacuación obligatoria". El gobernador indicó que la evacuación del lado neuquino se aplicó a "la localidad de Caviahue, que está a 9 kilómetros del volcán, con 600 habitantes" que en su mayoría fueron derivados a centros de evacuación en Loncopué, en instalaciones del Ejército Argentino y un gimnasio. "Estamos en contacto permanente con el intendente" Oscar Mansegosa, indicó el mandatario, y dijo que "además transmitimos a la Presidente, al ministro del Interior (Florencio Randazzo) y al jefe de gabinete (Juan Abal Medina) la situación que vive la localidad". Sapag destacó que "el intendente está al frente de la evacuación con colchones, ropa de cama y alojamiento". En este marco, el vulcanólogo Alberto Caselli, investigador de la Universidad Nacional de Río Negro, advirtió esta mañana que el último parte sobre “la actividad está persistente aunque disminuyó un poquito”. "Son movimientos de magma hacia la superficie con capas no muy profundas, pero difícil de estimar porque no se pueden localizar fácilmente”, agregó. El experto explicó que el informe se traduce en “un ascenso lento del magma que está ocurriendo por estas horas”, aunque no descartó que ese proceso se acelere y provoque “un ascenso rápido hacia la superficie y desencadenarse la erupción”. Caselli añadió que los fluidos que está ascendiendo provocan movimientos en la tierra. “Hemos llegado a 700 temblores por hora”, dijo esta mañana en declaraciones a 'Radio Mitre'. Si bien "es una erupción de mayor magnitud que la registrada en diciembre”, el vulcanólogo estimo que "las cenizas no van a ser de cantidad". "No creo que la columna sea demasiado alta, de cualquier manera hay que esperar", añadió. En sintonía, Juan Cayuqui, Vulcanológo de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior de Chile, advirtió que "hay alta probabilidad de que se produzca una erupción mayor, según los registros de los instrumentos que están en las faldas del Copahue". "Por eso ayer se decretó el alerta roja y comenzó la evacuación de la zona y siguió hoy, porque son 2.000 personas que hay que evacuar", explicó. En declaraciones a 'Radio Continenta'l', Cayuqui, añadió que "si bien el volcán está del lado argentino, los valles que bajan hacia Chile determinan que hay población rural en riesgo". El intendente Mansegosa, por su parte, señaló que en Caviahue esperaban "poder regresar pronto" y apuntó que en principio la evacuación es por 72 horas. Mansegosa confirmó que se escucharon estruendos en la ciudad y explicó que obedecen a "microsismos, imperceptibles, que rompen las capas por el movimiento del magma". Si bien en la ciudad no cayó ceniza, como ocurrió el año pasado, los movimientos sísmicos revivieron la preocupación, por lo que desde la mañana habían sido suspendidas las clases para que las familias pudieran concentrarse en sus hogares. La evacuación fue comunicada por la tarde a la población para que pudiera prepararse para evacuar y se acordó con empresas de transporte de corta y larga distancia el traslado en ómnibus hasta Loncopué.