martes, 28 de mayo de 2013
sábado, 18 de mayo de 2013
Videla, el dictador que murió en su celda
Jorge Rafael Videla, el dictador que marcó
para siempre la historia contemporánea argentina, murió ayer a los 87 años en su
celda de una cárcel federal donde purgaba tres condenas a cadena perpetua,
mientras estaba siendo enjuiciado por los crímenes de la operación represiva
Plan Cóndor.
Su muerte tuvo inmediata repercusión en las redes sociales y distintos dirigentes de ámbitos políticos y sociales destacaron que haya fallecido mientras cumplía condenas en prisión, aunque lamentaron que no se haya arrepentido de sus actos criminales ni que se fuera sin dar información clave sobre el destino de los desaparecidos o niños apropiados durante este período. El gobierno, organismos de Derechos Humnaos y opositores destacaron que "no se festejan muertes", pero repudiaron el legado de su gobierno como una etapa histórica nefasta para el país.
Videla, que estaba detenido en el penal de Marcos Paz, 45 km al sudoeste de Buenos Aires, falleció en su celda por muerte natural, según el parte médico. "Se lo encontró en su celda sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se le realiza un ECG (electrocardiograma) constatándose su óbito, siendo las 8:25 horas del día de la fecha'', señaló un parte médico."Anoche se sentía mal y no quiso cenar. Esta mañana lo encontraron muerto en su celda", dijo la activista Cecilia Pando, que reivindica la dictadura .
Videla estaba alojado en el módulo 4 del Complejo Penitenciario Federal Nº 2 de Marcos Paz.
En total, el expresidente de facto y jefe máximo de la represión ilegal cumplió 21 años de sus tres condenas, una a 50 años y dos a reclusión perpetua, de 1985 a 1990, cuando fue indultado por el entonces presidente peronista Carlos Menem, y de 1998, con arresto domiciliario y prisión efectiva, hasta ayer.
Su última aparición en público había sido el lunes durante el juicio por la operación Cóndor, de coordinación represiva entras las dictaduras del Cono Sur. Allí fue llamado a declaración indagatoria pero se negó alegando que "no tiene sentido hacer una defensa en una justicia vacía de derecho" y dijo ser un "preso político".
Como hizo siempre, el ex teniente general asumió la responsabilidad mayor de lo que siempre denominó "la guerra antisubversiva", que dejó 30.000 desaparecidos según organismos de Derechos Humanos y reiteró que desligaba a sus subordinados en un intento de recrear el principio castrense de "obediencia debida".
Cara visible del golpe de Estado que derrocó a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, y luego presidente de facto, Videla gobernó desde aquel año hasta 1981 –el período más sangriento de la llamada 'guerra sucia' con secuestros y desapariciones de guerrilleros, opositores políticos, sindicalistas, escritores, estudiantes, y religiosos.
El gobierno militar, denominado oficialmente "Proceso de Reorganización
Nacional'' y rebautizado hasta hoy como "el proceso'' disolvió el parlamento,
prohibió la actividad política e intervino los sindicatos. La época de "la plata
dulce" fue el nombre con el que pasó a la historia el modelo económico, liberal
y de apertura económica inspirado en el Premio Nobel de Economía Milton Friedman
y su Escuela de Chicago. Su plan hizo crecer la deuda de 7.800 a unos 45.000
millones de dólares. Miles de empresas fabriles cerraron y se instaló una feroz
especulación financiera. El plan estalló a finales de 1979 con inflación y una
sucesiva quiebra de bancos. Su ministro de Economía Martínez de Hoz, fallecido
hace poco, dejó el puesto y Videla fue reemplazado por el general Roberto Viola.
Dos años después del regreso a la democracia, el 9 de diciembre de 1985, recibió la primera condena a reclusión perpetua en el histórico Juicio a las Juntas Militares, que había impulsado Raúl Alfonsín y fue a parar al penal de la localidad de Magdalena, donde vivía en un chalé. Carlos Menem lo indultó junto a los otros jerarcas de la dictadura y un grupo de exjefes de guerrilleros. En 1998 el juez federal Roberto Marquevich lo volvió a detener por el robo de bebés a desaparecidos.En su piso de la avenida Cabildo al 600, del barrio capitalino de Belgrano, cumplía prisión domiciliaria. Con la reanudación de los juicios a represores, Videla perdió ese beneficio y fue a parar a la cárcel de Marcos Paz. El 22 de diciembre de 2010 fue condenado a prisión perpetua en cárcel común por el fusilamiento de 31 presos políticos en Córdoba. Y el 5 de julio de 2012 recibió 50 años por el plan sistemático de robo de bebés, que unificó las tres sentencias en una pena única de reclusión perpetua en cárcel común.
Su muerte tuvo inmediata repercusión en las redes sociales y distintos dirigentes de ámbitos políticos y sociales destacaron que haya fallecido mientras cumplía condenas en prisión, aunque lamentaron que no se haya arrepentido de sus actos criminales ni que se fuera sin dar información clave sobre el destino de los desaparecidos o niños apropiados durante este período. El gobierno, organismos de Derechos Humnaos y opositores destacaron que "no se festejan muertes", pero repudiaron el legado de su gobierno como una etapa histórica nefasta para el país.
Videla, que estaba detenido en el penal de Marcos Paz, 45 km al sudoeste de Buenos Aires, falleció en su celda por muerte natural, según el parte médico. "Se lo encontró en su celda sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se le realiza un ECG (electrocardiograma) constatándose su óbito, siendo las 8:25 horas del día de la fecha'', señaló un parte médico."Anoche se sentía mal y no quiso cenar. Esta mañana lo encontraron muerto en su celda", dijo la activista Cecilia Pando, que reivindica la dictadura .
Videla estaba alojado en el módulo 4 del Complejo Penitenciario Federal Nº 2 de Marcos Paz.
En total, el expresidente de facto y jefe máximo de la represión ilegal cumplió 21 años de sus tres condenas, una a 50 años y dos a reclusión perpetua, de 1985 a 1990, cuando fue indultado por el entonces presidente peronista Carlos Menem, y de 1998, con arresto domiciliario y prisión efectiva, hasta ayer.
Su última aparición en público había sido el lunes durante el juicio por la operación Cóndor, de coordinación represiva entras las dictaduras del Cono Sur. Allí fue llamado a declaración indagatoria pero se negó alegando que "no tiene sentido hacer una defensa en una justicia vacía de derecho" y dijo ser un "preso político".
Como hizo siempre, el ex teniente general asumió la responsabilidad mayor de lo que siempre denominó "la guerra antisubversiva", que dejó 30.000 desaparecidos según organismos de Derechos Humanos y reiteró que desligaba a sus subordinados en un intento de recrear el principio castrense de "obediencia debida".
Cara visible del golpe de Estado que derrocó a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, y luego presidente de facto, Videla gobernó desde aquel año hasta 1981 –el período más sangriento de la llamada 'guerra sucia' con secuestros y desapariciones de guerrilleros, opositores políticos, sindicalistas, escritores, estudiantes, y religiosos.
Jura de la Junta Militar el 24 de marzo de 1976 |
Dos años después del regreso a la democracia, el 9 de diciembre de 1985, recibió la primera condena a reclusión perpetua en el histórico Juicio a las Juntas Militares, que había impulsado Raúl Alfonsín y fue a parar al penal de la localidad de Magdalena, donde vivía en un chalé. Carlos Menem lo indultó junto a los otros jerarcas de la dictadura y un grupo de exjefes de guerrilleros. En 1998 el juez federal Roberto Marquevich lo volvió a detener por el robo de bebés a desaparecidos.En su piso de la avenida Cabildo al 600, del barrio capitalino de Belgrano, cumplía prisión domiciliaria. Con la reanudación de los juicios a represores, Videla perdió ese beneficio y fue a parar a la cárcel de Marcos Paz. El 22 de diciembre de 2010 fue condenado a prisión perpetua en cárcel común por el fusilamiento de 31 presos políticos en Córdoba. Y el 5 de julio de 2012 recibió 50 años por el plan sistemático de robo de bebés, que unificó las tres sentencias en una pena única de reclusión perpetua en cárcel común.
domingo, 12 de mayo de 2013
Últimos piques
La pesca deportiva ofrece sus últimos días de actividad hasta el 31 para la
mayoría de los ambientes habilitados en la provincia del Neuquén, con naturaleza
a pleno para disfrutar tanto de esta disciplina como de los paisajes y el
entorno.
La temporada ha sido pródiga y llega a su fin, de modo que vale la pena aprovechar estas últimas jornadas. Con ese fin, Voy consultó a uno de los reconocidos guías de pesca de la región, para que a través de su experiencia nos recomiende salidas, modalidades, excursiones y "tips".
"Los lugares que frecuento son los ríos Chimehuín, Collón Cura, Aluminé, Caleufu, Malleo y Quillén", dice Cristian Nordahl-Olsen, guía de pesca y prestador de servicios turísticos de The Old Viking Fly Fishing, de Junín de los Andes. Recuerda que "en toda caja de mosquero no deben faltar las moscas secas, ninfas, atractors y streamers", para enfatizar que "deben tener al menos dos carretes con dos líneas, una de ellas de flote y la otra de hundimiento".
Los equipos a utilizar (por caso, el número de caña) varían respecto del ambiente pero "para nuestra zona, con una caña seis se puede pescar en todos lados durante toda la temporada".
Las tarifas varían entre 2.000 y 2.500 pesos por día por bote para dos pescadores con todo incluido: transporte, almuerzo completo, bebidas y todo lo necesario.
Generalmente –cuenta Nordahl-Olsen– "los pescadores traen sus propios equipos, pero hay lugares con posibilidad de alquiler y en algunos casos son provistos por los mismos guías. Otro tanto ocurre con las moscas (señuelos), que son compradas por los pescadores en casas de pesca, pero los guías también obsequiamos algunas a los clientes".
Desde luego, el pescador puede pescar por sus propios medios en ríos como el Malleo (vadeando) o bien contratar un guía de pesca para que lo acompañe en esa modalidad también.
Otra posibilidad muy escogida es realizar una flotada en los ríos Chimehuín, Caleufu, Aluminé o Collón Cura, en jornadas que pueden durar medio día, día completo o bien realizar campamento de una noche o dos, flotando dos o tres días respectivamente.
Todas estas excursiones de pesca implican logísticas diferentes, y los guías se preocupan por ofrecer el servicio distintivo a sus clientes, enfatiza el "vikingo".
La pesca deportiva "hoy representa para la provincia de Neuquén la segunda actividad con mayores ingresos luego del producto nieve. Por supuesto, para muchos como en mi caso, representa el medio de vida para mi familia", afirma Nordahl-Olsen, con un tono a mitad de camino entre la didáctica y el orgullo de la tradición familiar, que le inculcó su padre, Daniel.
Al tiempo de advertir que todo pescador debe contar con su permiso de pesca, Nordahl-Olsen recuerda que "para desarrollar las flotadas utilizamos diferentes tipos de embarcaciones, que deben estar registradas en Prefectura Naval Argentina".
Las embarcaciones deben ser comandadas por "expertos remadores y guías debidamente habilitados como prestadores de servicio turístico por el gobierno provincial".
Cada uno de ellos se aplica para que los clientes pesquen una buena cantidad de truchas en su recorrida de unos 25 a 50 kilómetros río abajo.
Pero, conviene enfatizar que "todas las truchas son devueltas al agua con el menor daño posible: son nuestras joyas y las cuidamos celosamente...".
Al mediodía, dice el guía, se brinda un almuerzo completo y las jornadas duran unas 12 horas para las flotadas. Todo guía o empresa de servicios en esta actividad debe contar con seguros de diversos tipos, entre ellos como transportes habilitados para pasajeros.
Los clientes utilizan diversos medios para acceder al servicio, ya sea a través de sitios web, redes sociales, recomendaciones de amigos que pescaron en la zona, listados en oficinas de Turismo, folletería en alojamientos, restaurantes, y otros.
En cualquier caso, el cliente pescador debe solicitar al guía la certificación de que se trata de un profesional habilitado.
"Cuando se brinda un buen servicio y las jornadas de pesca son divertidas más allá del éxito con la pesca en sí, los clientes regresan año a año; nos recomiendan y somos altamente demandados antes y durante la temporada", concluye. (ASM)Noticias desde la Patagonia
La temporada ha sido pródiga y llega a su fin, de modo que vale la pena aprovechar estas últimas jornadas. Con ese fin, Voy consultó a uno de los reconocidos guías de pesca de la región, para que a través de su experiencia nos recomiende salidas, modalidades, excursiones y "tips".
"Los lugares que frecuento son los ríos Chimehuín, Collón Cura, Aluminé, Caleufu, Malleo y Quillén", dice Cristian Nordahl-Olsen, guía de pesca y prestador de servicios turísticos de The Old Viking Fly Fishing, de Junín de los Andes. Recuerda que "en toda caja de mosquero no deben faltar las moscas secas, ninfas, atractors y streamers", para enfatizar que "deben tener al menos dos carretes con dos líneas, una de ellas de flote y la otra de hundimiento".
Los equipos a utilizar (por caso, el número de caña) varían respecto del ambiente pero "para nuestra zona, con una caña seis se puede pescar en todos lados durante toda la temporada".
Las tarifas varían entre 2.000 y 2.500 pesos por día por bote para dos pescadores con todo incluido: transporte, almuerzo completo, bebidas y todo lo necesario.
Generalmente –cuenta Nordahl-Olsen– "los pescadores traen sus propios equipos, pero hay lugares con posibilidad de alquiler y en algunos casos son provistos por los mismos guías. Otro tanto ocurre con las moscas (señuelos), que son compradas por los pescadores en casas de pesca, pero los guías también obsequiamos algunas a los clientes".
Desde luego, el pescador puede pescar por sus propios medios en ríos como el Malleo (vadeando) o bien contratar un guía de pesca para que lo acompañe en esa modalidad también.
Otra posibilidad muy escogida es realizar una flotada en los ríos Chimehuín, Caleufu, Aluminé o Collón Cura, en jornadas que pueden durar medio día, día completo o bien realizar campamento de una noche o dos, flotando dos o tres días respectivamente.
Todas estas excursiones de pesca implican logísticas diferentes, y los guías se preocupan por ofrecer el servicio distintivo a sus clientes, enfatiza el "vikingo".
La pesca deportiva "hoy representa para la provincia de Neuquén la segunda actividad con mayores ingresos luego del producto nieve. Por supuesto, para muchos como en mi caso, representa el medio de vida para mi familia", afirma Nordahl-Olsen, con un tono a mitad de camino entre la didáctica y el orgullo de la tradición familiar, que le inculcó su padre, Daniel.
Al tiempo de advertir que todo pescador debe contar con su permiso de pesca, Nordahl-Olsen recuerda que "para desarrollar las flotadas utilizamos diferentes tipos de embarcaciones, que deben estar registradas en Prefectura Naval Argentina".
Las embarcaciones deben ser comandadas por "expertos remadores y guías debidamente habilitados como prestadores de servicio turístico por el gobierno provincial".
Cada uno de ellos se aplica para que los clientes pesquen una buena cantidad de truchas en su recorrida de unos 25 a 50 kilómetros río abajo.
Pero, conviene enfatizar que "todas las truchas son devueltas al agua con el menor daño posible: son nuestras joyas y las cuidamos celosamente...".
Al mediodía, dice el guía, se brinda un almuerzo completo y las jornadas duran unas 12 horas para las flotadas. Todo guía o empresa de servicios en esta actividad debe contar con seguros de diversos tipos, entre ellos como transportes habilitados para pasajeros.
Los clientes utilizan diversos medios para acceder al servicio, ya sea a través de sitios web, redes sociales, recomendaciones de amigos que pescaron en la zona, listados en oficinas de Turismo, folletería en alojamientos, restaurantes, y otros.
En cualquier caso, el cliente pescador debe solicitar al guía la certificación de que se trata de un profesional habilitado.
"Cuando se brinda un buen servicio y las jornadas de pesca son divertidas más allá del éxito con la pesca en sí, los clientes regresan año a año; nos recomiendan y somos altamente demandados antes y durante la temporada", concluye. (ASM)Noticias desde la Patagonia
jueves, 9 de mayo de 2013
Chile elevó la alerta del volcánCopahue a nivel amarillo
Neuquén lo mantiene desde principios de año por los cambios que ha tenido.
COPAHUE (AZ).- La directora provincial de Defensa Civil, Vanina Merlo, informó que debido a ciertas incandescencias que se produjeron en el volcán Copahue , la república de Chile elevó la alerta a nivel amarillo, que es el mismo que mantiene el gobierno de la provincia desde principios de este año. "Nosotros la mantuvimos por los distintos cambios que ha tenido el volcán en los últimos tiempos, más allá de que la sismicidad en los últimos días ha tenido un nivel realmente bajo. Pero se han observado otros cambios en el volcán , como una incandescencia y otros elementos que hicieron que definamos sostener esa alerta amarilla", indicó la funcionaria. De todas maneras, recordó que el gobierno de la provincia ha desarrollado e instalado en la localidad de Caviahue- Copahue un sistema de cámaras web que permite tener visualizado y monitoreado al volcán permanentemente, además de que se trabaja de forma sostenida con los geólogos de la Universidad de Río Negro -fundamentalmente con el especialista en el volcán Copahue Alberto Caselli-; con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) y con el Observatorio Vulcanológico de Chile. "Vamos a sostener la alerta amarilla, haremos el seguimiento y en el caso de que el volcán modifique su comportamiento y que los elementos científicos lo ameriten vamos a modificarlo", señaló. Las alertas se definen básicamente respecto de los elementos que analizan los organismos competentes antes mencionados, y su vinculación con los riesgos que puedan existir tanto en las personas como en los bienes. "La alerta amarilla implica estar preparados, atentos a los distintos cambios que va teniendo (el volcán ) de manera más intensa. Pasada la alerta amarilla, la alerta naranja implica activar todos las fuerzas vivas y todos los dispositivos para el caso de que pase a mayores", indicó Merlo.
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